Karina Canellakis dirige Sinfonietta, de Janacék, y The Golden Spinning‐Wheel, de Dvorák.

Sobre el espectáculo

Janácek y Dvorák eran buenos amigos. También compartían un gran interés por la música folclórica. Dvorák tuvo enormes éxitos internacionales en su vida y coronó su carrera con un nombramiento como profesor de composición en Nueva York. Cuando regresó a casa, se sumergió una vez más en la música folklórica que tanto había echado de menos en Estados Unidos. Entre otras cosas, le inspiró a componer cuatro grandiosos poemas sinfónicos inspirados en baladas checas. En The Golden Spinning Wheel, podemos seguir la acción mágica a través de la música de Dvorák.