Ivo Pogorelich y Franz Schubert Filharmonia en el Palau de la Música Catalana
Sobre el espectáculo
En este esperado concierto, escuche los melifluos sonidos de la música clásica de Dvořák y Chopin en el preciado y mundialmente conocido Palau de la Música Catalana de Barcelona.
La apertura de la temporada de Franz Schubert Filharmonia con el arte incomparable del pianista Ivo Pogorelich y el Concierto para piano nº 2 de Chopin, el compositor que lo convirtió en leyenda. Pogorelich es una leyenda viva: Su carrera le ha llevado a los mayores escenarios del mundo y despliega su arte allí donde aparece. Su forma de tocar y su compromiso con la música no sólo han creado escuela, sino que han suscitado apasionados debates.
Pogorelich es una leyenda viva: Su carrera le ha llevado a los mejores escenarios del mundo y sigue mostrando su arte allá donde va. Su forma de tocar y su compromiso con la música no sólo han creado escuela, sino que también han generado páginas de crítica con apasionados defensores y declarados detractores. Es un lujo comenzar la temporada con él, un pianista sincero y sensible que ha dejado su huella con la música de Chopin. Para su interpretación con nuestra orquesta, Pogorelich ha elegido esta obra concertante, con la que Chopin conquistó París y empezó a ganarse el epíteto de "poeta del piano".
Antonin Dvořák fue nombrado miembro honorario de la Sociedad Filarmónica de Londres a la edad de 43 años y recibió el encargo de escribir una sinfonía para ser estrenada en la capital británica. Aunque sus obras hasta entonces habían sido principalmente nacionalistas, con la Séptima desnudó su alma y plasmó musicalmente sus pasiones más profundas: alegría, vitalidad, tristeza, esperanza.
La Séptima de Dvořák es romanticismo en estado puro, con espacio para los extremos de la emoción sin olvidar los temas bohemios y gitanos que se repiten en el ADN de su música.
Palau de la Música Catalana
El Palau de la Música Catalana es un edificio deslumbrante situado en la parte norte del casco antiguo de Barcelona. Una joya arquitectónica del estilo Art Nouveau catalán, construida entre 1905 y 1908, su rico interior muestra el trabajo de los artesanos de la región en forma de vidrieras, cerámica, esculturas, pinturas y herrería. El amplio uso del vidrio en la construcción del recinto crea unos interiores asombrosamente radiantes. La fachada del Palau, de color rojo empolvado, está decorada con bustos de grandes compositores, como Bach, Beethoven y Wagner, y con coloridos mosaicos de motivos florales.
El centro del Palau es la magnífica sala de conciertos, totalmente iluminada por la luz natural gracias a la extraordinaria claraboya situada en el centro del techo ricamente ornamentado, que es muy utilizada para la música sinfónica y de cámara. Según Lluís Domènech i Montaner, el arquitecto que diseñó el Palau, el objetivo era crear un "jardín para la música", un objetivo que definitivamente consiguió.
