Concierto para violín de Brahm en L'auditori de Barcelona
Sobre el espectáculo
Brahms se resignó a que pocos violinistas interpretaran su concierto. Esto no sólo porque algunos afirmaban que se trataba de un concierto no tanto para el violín como para 'contra el violín', sino porque era diabólicamente difícil y, para los oídos de sus contemporáneos, no tan impresionante como otras obras de bravura musical, pero ha ganado adeptos a lo largo del siglo XX y hoy en día ningún gran solista internacional elude el reto de 'luchar' con la orquesta para defender esta partitura. Pocos meses antes de la primera ejecución del concierto de Brahms, Tchaikovsky había estrenado su cuarta sinfonía, otra obra que tendría que esperar hasta el siglo XX para ser interpretada regularmente. Fue mal recibido por la crítica, que lo calificó de 'semibárbaro', pero hoy en día es la obra más interpretada del compositor. Por el contrario, el Carnaval de Dvořák fue un éxito desde la primera vez que se representó: una explosión de ritmo, color y risas festivas que nos envuelve desde los primeros compases.
Información práctica
Dvořák: Carnival Overture Op. 92
Brahms: Violin Concerto in D major, op. 77
Tchaikovsky: Symphony No. 4 in F minor, op. 36
Reparto / Producción
Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC)
Daniele Rustioni, conductor
Veronika Eberle, violin
