Yannick Nézet‐Séguin y Joyce DiDonato en el Festspielhaus Baden‐Baden
Sobre el espectáculo
Las sinfonías de Gustav Mahler son conocidas por su carácter festivo. Sin embargo, este concierto en particular ofrece una experiencia única al mostrar las canciones orquestales más elegantes de Mahler y una sinfonía que presenta el mundo desde la perspectiva de un niño. Para apreciar plenamente esta sinfonía, se recomienda escucharla en orden inverso. En el último movimiento, que es cantado, se explican todos los motivos musicales y las imágenes de los tres movimientos anteriores. Por ejemplo, al principio se escucha el delicado sonido de las campanillas que representan corderos, seguido del Padre Muerte tocando el violín en el segundo movimiento y, por último, en el tercer movimiento, los bellos y celestiales sonidos de la Jerusalén celestial. También hay que señalar que el excepcional canto de Joyce DiDonato eleva el conjunto de la interpretación. Su capacidad para transicionar con fluidez entre tonos frágiles e infantiles demuestra su inmensa gama y dominio de los colores tonales.