Schumann: Teatro Comunale di Bologna
Sobre el espectáculo
El estilo compositivo de Robert Schumann refleja la agitación interior y el frágil estado mental que le asolaron durante toda su vida. Su música se resiste a la contención, fluyendo como una corriente continua de conciencia que parece trascender los confines de la partitura. El Concierto para violonchelo y orquesta es un excelente ejemplo de ello, ya que muestra el instrumento de una manera innovadora que desafía las convenciones de los siglos XIX y XX. Del mismo modo, el Concierto para piano se libera de las formas tradicionales, atravesando una pasión impetuosa y vertiginosos cambios de humor con una amplia gama de gradaciones que evocan una sensación de encantadora suspensión.
Sin embargo, el enfoque poco convencional de la composición de Schumann no se prestaba bien a las exigencias del teatro. En consecuencia, su única obra completa para la escena, "Genoveva", ha desaparecido tristemente de las carteleras contemporáneas, eclipsada injustamente por sus otras composiciones. Por el contrario, "Manfred" adopta la forma de un poema para voces, coro y orquesta. Su magnífica obertura puede considerarse un poema sinfónico autónomo, que recuerda la concisión temática y la fuerza evocadora comúnmente asociadas a Franz Liszt.
En resumen, el genio musical de Robert Schumann estaba entrelazado con su fragilidad mental y su intensidad emocional. Sus obras, como el Concierto para violonchelo y orquesta y el Concierto para piano, demuestran una continua evolución del pensamiento y un anhelo de infinito. A pesar de sus luchas con la composición teatral, el legado de Schumann perdura a través de piezas como "Manfred", que muestran su capacidad para crear poemas sinfónicos de excepcional belleza y concisión.