Falling Angels en el Teatro Nacional Esloveno

Sobre el espectáculo

Un emocionante virtuosismo de un tríptico de ballet de Alexander Ekman, Edward Clug en Jiři Kylián.
El coreógrafo sueco Alexander Ekman es sin duda uno de los autores más interesantes de su generación. Su estimulante imaginación se centra principalmente en los síntomas contemporáneos de un ser humano moderno. A través de un inusual sentido del humor y del empleo frecuente del elemento sorpresa, Ekman concibió su ballet Left Right Left Right esencialmente como un estudio del movimiento que se concentra en la precisión, el tiempo y el ritmo. Del mismo modo, al menos en cuanto a un efecto final, Edward Clug ha puesto en escena su ballet Handman para el NDT 2 con una música de estructuras repetitivas de Milko Lazar. Una plataforma dinámica, creada por la música, le da a Clug un lienzo apropiado, donde puede reinventar toda una serie de elementos de danza, reactivándolos a través de un intenso trabajo manual. Además, un humor chispeante y un profundo sentido del detalle han contribuido innegablemente a la nominación de Edward Clug para el prestigioso premio'Benois de la danse' en 2017. Hace casi tres décadas, Jiři Kylián utilizó la partitura minimalista de Steve Reich para su coreografía Falling Angels de 1989. Esta estimulante constelación coreográfica, concebida para ocho bailarinas, nace de los impulsos tribales africanos y representa el sacrificio que toda mujer debe hacer para convertirse en bailarina de ballet. A través del uso extensivo de efectos de percusión, giros impredecibles y el aumento del poder físico, una majestuosa, pero casi cruel e impresionante visión de la belleza emerge y cautiva el alma del espectador.